Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios (RITE)
El Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE) establece las exigencias en materia de eficiencia energética y seguridad, que deben cumplir las instalaciones térmicas de climatización y agua caliente sanitaria, tanto de edificios nuevos, como de aquellos ya existentes que se proceda a rehabilitar, desde su diseño, pasando por su dimensionado, ejecución, mantenimiento y uso.
El documento se estructura en dos partes, tal como se hacía en el CTE.
En primer lugar se establecen las disposiciones generales y posteriormente, se definen las Instrucciones Técnicas (IT).
Las IT definen los niveles y valores límite exigibles en términos de bienestar, higiene, eficiencia energética y seguridad, con arreglo al desarrollo de la tecnología actual y para ello, se apoya en las distintas normas nacionales y europeas que regulan los materiales y sistemas de construcción, marcándolas como de referencia o de obligado cumplimiento, en función de las necesidades en cada momento.
IT 1.1 Exigencia de Bienestar e Higiene
Las redes de tuberías diseñadas para instalaciones de uso sanitario (ACS), están sujetas a las normas de prevención y control de la legionelosis, y por tanto, deben de ser estables a las condiciones de temperatura que suponen dichos tratamientos de choque, así como a la corrosión debida al tratamiento de carácter químico.
La temperatura máxima de trabajo para las tuberías Multitubo AIS PEX-a y PERT /Al/ PERT, es superior a los 90ºC, por lo que podemos contar con que nuestras instalaciones están perfectamente preparadas para soportar las temperaturas que requiere una instalación de ACS que tiene una temperatura de diseño que se mueve en el rango de los 40ºC o incluso resistir sin problemas los 70ºC durante 4 horas, que requiere el tratamiento de una instalación contaminada por legionela.
Adicionalmente, su resistencia a los agentes químicos, y en particular al cloro, nos garantiza la durabilidad de las redes de tuberías en instalaciones sometidas periódicamente al tratamiento antilegionela, tales como hospitales, colegios, etc.
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En caso de que las instalaciones no estén reguladas por la legislación vigente, siempre debe asegurarse de la compatibilidad entre las temperaturas del agua utilizada y las características mecánicas de los materiales que componen las tuberías.
IT 1.2 Exigencia de Eficiencia Energética.
El Reglamento para las Instalaciones Térmicas en Edificios, con el fin de contribuir al plan de acción de la estrategia de ahorro y eficiencia energética de España, establece en el punto IT 1.2.4.2 Redes de tuberías y conductos y más concretamente, en el apartado IT 1.2.4.2.1 Aislamiento térmico de redes de tuberías, para todas aquellas redes de tuberías que transportan fluidos, ya sean para climatización o ACS, la necesidad de contar con los medios adecuados para evitar las pérdidas energéticas a lo largo de su trazado.
De la misma manera que exige que se minimicen las pérdidas energéticas, nos obliga a garantizar la ausencia de condensaciones en el trazado, evitar la congelación de las tuberías, ya sea por la mezcla con fluidos anticongelantes o mediante aislamiento de forma que la terminación final de éste, tenga la protección suficiente contra la intemperie.
El reglamento se apoya en la norma UNE EN 12241:2008. Aislamiento térmico para equipos de edificación e instalaciones industriales. Método de cálculo, para ofrecernos dos opciones a la hora de establecer un espesor de aislamiento en nuestras instalaciones, a las que denomina el método simplificado y el alternativo.
El primero sin duda más cómodo ofrece al prescriptor unas tablas de referencia en las cuales vienen marcados unos espesores de aislamiento en función de la aplicación y el diámetro de la tubería, para un teórico aislamiento de referencia, cuya conductividad corresponde a 0,04 W/m.K a 10ºC.
Pero deja la puerta abierta para que la dirección facultativa defina los espesores del aislamiento en la etapa de diseño, teniendo en cuenta que el conjunto de las conducciones no puede perder más del 4% de la potencia máxima que transporta.
IT 1.3 Exigencia de Seguridad
En el apartado de seguridad IT 1.3.4.2 Redes de Tuberías, además de las obvias referencias a equipos y dispositivos que se deben disponer en los circuitos de alimentación, el vaciado o la purga de los sistemas de climatización y agua caliente sanitaria para prevenir incidentes, podemos observar distintos puntos que se pueden alinear con una característica muy conocida de las tuberías de PEX y PERT/Al/PERT, su flexibilidad.
Las tuberías de Multitubo tanto de PEX-a como multicapa PERT/Al/PERT se caracterizan por su flexibilidad. Esta característica, nos permite por un lado adaptarnos mejor al trazado reduciendo el número de accesorios necesarios y la pérdida de carga del circuito. Y por otro lado, también nos permite la mejor absorción de vibraciones de los equipos conectados, reducir los elementos de soportación y ayudan a evitar los golpes de ariete.
El golpe de ariete es la sobrepresión producida sobre los elementos de una instalación (tubería, accesorios, válvulas, etc…) ante modificaciones súbitas de la velocidad del flujo de agua que circula.
Estas sobrepresiones se traducen en un aumento desproporcionado de la energía cinética del agua y puede originarse por el cierre o apertura rápida de una válvula o grifo, el arranque o parada de una bomba, etc.
El efecto del golpe de ariete se propaga a lo largo de la tubería en forma de ondas de presión que se desplazan a gran velocidad, causando una serie de choques violentos contra las paredes de la misma. Este efecto se traduce también en un intenso martilleo o trepidación, especialmente si el conducto no está adecuadamente sujeto, provocando esfuerzos y fatigas en la tubería, codos, uniones y demás aparatos situados en su recorrido.
Cuando el fluido es detenido en seco, toda la energía cinética asociada a su masa transportada se transforma en energía potencial, y al mismo tiempo que comprime el líquido se crea una onda de sobrepresión ascendente que empuja la masa de agua hacia el exterior de la tubería y en dirección contraria a la previa de circulación. Este proceso se repite durante cuatro ciclos completos hasta alcanzar el equilibrio.
El valor del golpe de ariete es proporcional a la energía cinética de la masa de líquido, que depende de su velocidad, del tiempo de cierre y de la longitud de la tubería por una parte, y de las características mecánicas de la tubería y del fluido por otra.
Por ello, la adecuada selección, instalación y montaje de la tubería serán fundamentales para atenuar este efecto. En todo el proceso hay factores que aumentan la fuerza del golpe de ariete, como son la velocidad del fluido, el diámetro de la tubería, o la velocidad de cierre de la válvula o bomba. Pero en sentido contrario, además de todos los elementos de atenuación que podemos instalar, juega a nuestro favor, la elasticidad de la tubería.
En general, las tuberías plásticas presentan un mejor comportamiento al golpe de ariete, debido en gran parte a su mayor módulo elástico, por lo que se consigue una mejor amortiguación a la sobrepresión.
Si comparamos los módulos de Young del acero negro y PEX, podemos observar como la velocidad de onda generada en una tubería de PEX es aproximadamente un 80% menor que en una tubería de acero, de igual forma que el efecto del golpe de ariete, puesto que la sobrepresión producida durante el mismo, es directamente proporcional a la velocidad de onda de presión.