Informe Euroconstruct 2020: La construcción en España, su futuro más cercano
El informe realizado hace un mes sobre la “situación y previsiones en Europa del sector de la construcción” estima que las dos terceras partes del mercado europeo aspiran a recuperarse en dos años.
España necesitará más tiempo, pero aspiramos a una recuperación en torno al 2,5% para el 2022, menos que lo esperado del 6% que se estimaba para el año 2020.
La pandemia del COVID19 ha paralizado las obras temporalmente en mas 8 de los 19 países de la zona Euroconstruct. Todo esto ha llevado al incremento de un importante gasto público en todos los países y a tener que poner a prueba todos los mecanismos económicos y recursos a nivel nacional y comunitario, restando capacidad a todos los países de inversión a los promotores públicos.
La previsión contempla un descenso de producción del -11,5% en 2020, tras el cual el rebote se empezará a notar en 2021 (+6%) y continuará en 2022 (+3,5%). Este recorrido es muy parecido al que se espera para la economía en su conjunto, con una salvedad: mientras que el PIB tiene previsto acabar en 2022 a niveles del 2019, en el caso del sector construcción aún quedaría un 3% por debajo
Esta situación económica afectará de forma desigual a todos los países ya que cada uno se encontraba en un momento del ciclo inmobiliario diferente y la evolución prevista del crecimiento en el sector de la construcción hace que por eso sea dispar.
El sector construcción español ha operado con unas limitaciones en las obras que han sido superiores a las de bastantes otros países europeos, lo cual explica que la caída de producción que se espera para 2020 (-15%) también sea superior a la media.
Se confía que parte de la obra no ejecutada en 2020 se acabará ejecutando en 2021, por lo que el rebote de la producción (+6%) sí será comparable al del resto de países. En cambio, tras haber agotado ese paquete de proyectos atrasados, la proyección para 2022 se vuelve mucho más moderada (+2,5%). En consecuencia, la producción al cierre de 2022 todavía será un 7,6% inferior a la de 2019. Recuperar los niveles de 2019 sigue siendo un objetivo al alcance, pero necesitará un plazo más largo que el periodo de previsión de este informe.
Evolución por subsectores en el mercado español
Índices de producción a precios constantes, base 2015=100
La construcción residencial empezará a crecer en el año 2021
En este año 2020 la construcción residencial caerá alrededor de un 17%, y era un de los sectores más dinámicos antes de la llegada del coronavirus.
Los datos del informe no descarta un rebote productivo para 2021 (+9%) y 2022 (+4,5%) si consideramos que en los últimos años se ha construido muy poco stock superfluo, y que la dimensión y el modelo de negocio de las empresas promotoras actuales tienen poco que ver con las del 2008.
La caída de la construcción no residencial será «menos traumática»
La construcción no residencial podría padecer un 2020 ligeramente menos traumático (-14%) debido a la inercia extra que proporciona operar con proyectos de mayor escala. Además, previo a la pandemia el mercado no residencial se encontraba en un punto del ciclo inmobiliario menos avanzado que el de la vivienda. Esto significa que la cartera de proyectos no estaba en absoluto sobredimensionada, ni cuantitativamente ni en términos de riesgo, de manera que no se dan las condiciones para una cancelación de proyectos como la de la anterior crisis financiera. La reacción prevista para 2021 (+5,5%) y 2022 (+2,5%) es menos intensa que en la vivienda, porque aunque habrá nichos de mercado capaces de recuperar terreno con relativa facilidad (logística, oficinas), al resto les costará salir del estancamiento. Los recursos extraordinarios que se destinarán a sanidad y educación darán prioridad al gasto en personal y equipo, y difícilmente se traducirán en construcción.
La ingeniería civil tiene posibilidades de soportar mejor que la edificación el primer impacto de la crisis en 2020 (-7,5%), considerando que ha sido el subsector en donde las restricciones están siendo más llevaderas. Sin embargo, en los años siguientes la situación se podría invertir, y la construcción de infraestructuras podría tener mayores dificultades para recuperarse. Los presupuestos públicos y los programas extraordinarios se dedicarán a sufragar el gasto extra debido a la pandemia y sus secuelas en el empleo, con lo cual es muy dudoso que se vaya a dar demasiada prioridad a la obra pública. Como en el caso de la edificación, la producción que no se ha podido ejecutar en 2020 servirá para mejorar los resultados de 2021 (4,1%). Igualmente, la obra local que previsiblemente aparezca como preludio de las elecciones municipales del 2023 contribuirá a evitar el estancamiento en 2022 (+1,5%). Por nichos de mercado, parece justo otorgar algo de ventaja a aquellos más susceptibles de ser encajados en el Pacto Verde Europeo.
Como de costumbre, los expertos de los 19 países de la red Euroconstruct presentarán sus conclusiones relativas al seguimiento de la marcha del sector, junto con las perspectivas hasta el año 2022. El programa definitivo se dará a conocer en la web de Euroconstruct.